La naturaleza

Deja que tus sentidos se habran al mundo. La ciudad te contestará con ruidos, sensaciones atronadoras, agresivas y contaminantes. En cambio, la naturaleza te regalará miles de sensaciones cambiantes: hermosas y desagradables, frías y calientes, aliviadoras y agobiantes... Te brindará en bajito la posibilidad de relajarte escuchando los sonidos, oliendo los olores, sintiendo tu cuerpo que te envuelve, de tal forma que te encontrarás sumerjido... y vivo. 
Formamos parte de un todo tan grande que no somos capaces de abarcarlo con la mente... pero sí podemos comprender que sólo somos una pequeña mota en un desierto enorme e infinito. Sólo somos con ello y el todo no es sin cada una de las motas. Como un río, fluimos en forma de gota llevados por unas corrientes y energías que no podemos controlar. Todo forma parte de un ciclo que empieza y acaba sin cesar. Cada minúscula parte es diferente a la otra como una hoja o una nube, aunque en su conjunto parece igual y monotono.
Si conseguimos obervar y sentir el momento presente, veremos, no con el engaño de nuestras ideas, sino con el sentir más profundo, la enorme diversidad que nos rodea. Mira, escucha y siente la realidad y nunca caerás en la rutina ni en el aburrimiento.
La cuestión no es sobrevivir sino vivir con la intensidad que nos brinda la vida, nuestra única oportunidad de ser completos.

Claude Monet, 1804.